La licencia musical es una autorización que el titular de los derechos sobre una canción otorga para que se realice una explotación comercial de esta y ser compensados por el uso de su obra.

Las entidades de gestión, como SEDA, están obligadas a negociar y contratar bajo remuneración con los usuarios que lo soliciten, salvo motivo justificado, la concesión de autorizaciones no exclusivas de los derechos gestionados, estando obligados los usuarios a la remuneración o pago de una compensación a los titulares de derechos.